
virgen de bartimeo
rINCÓN DE ORACIÓN




En el sosiego de este rincón, su presencia invita a la calma. La Virgen, con su mirada baja y su corazón abierto, nos recuerda
que la oración no siempre necesita palabras: basta el silencio, la luz de una vela, y el deseo sincero de encontrarse con Dios.
Deja que este pequeño altar transforme tu hogar en un espacio sagrado, donde la fe se renueva y el alma encuentra consuelo.
Porque en el silencio de María habita la esperanza que nunca se apaga.


